lunes, 27 de septiembre de 2010

CAPÍTULO 17. EL SÍDROME YOKO ONO

Sube el telón. Interior del apartamento que comparten Mimosín y Mr. Proper. Nuestros protagonistas están sentados en el sofá viendo en la tele “El juego de tu vida”, ese programa en el que Emma García somete a un concursante a todo tipo de preguntas vejatorias sobre su intimidad delante de sus familiares más cercanos para ver si es capaz de responder con sinceridad. En esta edición, el concursante no es otro que Tony, el tigre de los cereales Frosties. Entre el público, descubrimos a dos de sus compañeros de escudería, la rana de Smacks y Coco, el mono de Chococrispis.

EMMA GARCIA:

¿Preparado Tony? Pues vamos con la sexta pregunta.

Las luces del plató bajan de intensidad. Tony se concentra.

EMMA GARCIA:

¿Le vendiste al perro de Chocapic la receta original de los corn flakes, refiriéndote a su mascota, el gallo de Kellogs, con las palabras “esa mala imitación de la gallina de Avecrem no merece pisar el mismo suelo que yo”?

Tony traga saliva. Una gota de sudor recorre su frente.

TONY:

Ehmmm… No… no.

La cámara se queda fija en la cara del tigre durante unos segundos interminables. Una nota musical sostenida acentúa la tensión. Finalmente, la voz del polígrafo pronuncia su sentencia.

POLÍGRAFO:

Eso es… mentira.

El público se echa las manos a la cabeza. Tony se derrumba. Volvemos a Mimosín y Mister Proper, que contemplan la escena sobrecogidos.

MR. PROPER:

No lo entiendo. ¿Cómo es posible que el Toni más famoso de la publicidad después de Segarra se rebaje a participar en esta basura de concurso? Pero claro, en el mundo de los cereales la cosa está tan chunga... Entre el perro de Chocapic, los Ñampa Zampas de Pascual, la jirafa de los Chocobills de Eroski, los elefantes de los Fruit Rings de Lidl… A estos pobres animalillos de Kellogs les han crecido los enanos por todas partes.

MIMOSÍN:

Te equivocas. Yo creo que el verdadero problema de Kelloggs ha sido el síndrome Yoko Ono.

MR. PROPER:

¿Yoko Ono?, ¿la de John Lennon?

MIMOSÍN:

Si. Es la misma historia que los Beatles. Se juntan cuatro tíos con talento…

MR. PROPER:

Bueno, pongamos tres y un graciosillo que toca la batería.

MIMOSÍN:

Eh, no subestimes a Ringo, que se casó con Barbara Bach.

MR. PROPER:

Si, y el apellido se su mujer es lo más cerca que ha estado él nunca del talento musical…

MIMOSÍN:

Bueno, no me desvíes el tema. El caso es que los Beatles triunfan. Y como todos los grupos, mientras se dedican a follarse a todo lo que se mueve, las cosas les van guay. Pero el día en que se echan novias formales, todo se va a tomar por culo. En cuanto Yoko apareció, empezó a decirle a John: tu eres el mejor de todos, los demás no te llegan a la suela del zapato, deberías ganar más que ellos, tu foto tendría que salir más grande en los discos, porqué no pides un camerino para ti sólo… Y así, fue distanciándole de los demás.

MR. PROPER:

¿Y quién es la Yoko Ono del tigre Tony?

MIMOSÍN:

La pava de Kalia Oxiaction. La que viene del futuro. Tony estaba loco por ella, y la otra le correspondía con perlas diarias del tipo: se están aprovechando de ti, tu eres el más popular entre los niños, eres un tigre, no pueden tratarte igual que a un mono y una rana, por no hablar del gallo ese que ni siquiera es un dibujo en 3D… Así, sembró la discordia entre los muchachos y las cosas se torcieron.

MR. PROPER:

Pues vaya.

En ese instante, en la tele, vemos como Coco se acerca a Tony e intenta abofetearle. Los seguratas del plató le sujetan.

COCO:

¡Traidor miserable, voy a hundir tu puta carrera!, ¡Cuando acabe contigo no querrán contratarte ni de doble de bigotes de Willy Fogg!

MR. PROPER:

Anda, apaga la tele. Esto me deprime.

MIMOSÍN:

(mientras la apaga) ¿Ponemos música?

MR. PROPER:

Genial. ¿Qué tal Octopus´s garden? *

MIMOSÍN:

Excelente elección.

Mimosín busca en su ipod y pincha el tema. Baja el telón.

* Octopus´s garden es el único tema de los Beatles compuesto íntegramente por Ringo. Y tiene su aquel.

CAPÍTULO 16. YODANJITO

lunes, 30 de agosto de 2010

CAPÍTULO 15. DON SUCIO

Sube el telón. En el salón del apartamento que comparten Mister Proper y Mimosín, vemos a este último tomando el te en compañía de la Vaca que ríe . De pronto, se abre la puerta de la calle. Mr. Proper entra en el apartamento. Detrás, aparece un tío idéntico a él, pero en versión cerda: manchas de sudor en el sobaco, camiseta y pantalón plagados de lamparones, restos de una mierda de perro recién pisada en los zapatos, en fin, hecho un cromo. Un cromo de la pandilla basura, para ser precisos.


MIMOSÍN:

(Flipado) ¿Y este, quién es?

MR. PROPER:

Don Sucio.

MIMOSÍN:

¿Don qué?

MR. PROPER:

Don Sucio. Es una idea de los creativos para vender en tiempos de crisis. Según ellos, los consumidores tienen ya tan pocas ganas de consumir, que la única forma de reanimarles es convertirnos a los personajes que representamos a las marcas en una especie de superhéroes que van a salvar a la humanidad de su infausto destino. ¿Y que necesita alguien para convertirse en superhéroe?

MIMOSÍN:

¿Superpoderes?

MR. PROPER:

No. Eso es lo de menos. Lo que necesita todo superhéroe es un supervillano. Batman, Superman o Spiderman no serían nadie sin el Jocker, Lex Luthor o el Duende Verde. Pues bien, yo soy Don Limpio y este es mi supervillano: Don Sucio.

A todo esto, Don Sucio, que ya ha tomado asiento en el tresillo, hace eso que hacen los futbolistas cuando tienen catarro: se tapa un agujero de la nariz y sopla por el otro, expulsando un espectacular moco que aterriza en la alfombra para espanto de Mimosín.

MIMOSÍN:

Desde luego, el personaje se ha ganado el nombre a pulso.

MR. PROPER:

Pues si, lo tiene todo: olor corporal, halitosis, gonorrea, ladillas y hasta caspa, y eso que es calvo. Es un poco desagradable, pero gracias a él, recuperaré el corazón de las amas de casa. Su sola visión, provocará en ellas un ansia irrefrenable de volver a ver sus suelos y paredes permanentemente inmaculados. Huy, que gracia, si ha sacado su lata de fabada. Más os vale estar lejos cuando se la acabe.

En efecto, Don Sucio ha sacado una lata de Litoral y se está bebiendo su contenido a morro.

MIMOSÍN:

(yéndose hacia el dormitorio) Desde luego que voy a estar lejos, esto es asqueroso.

En ese momento, suena el timbre. Mister Proper va a abrir y en el umbral aparece una vaca exactamente igual que la Vaca que ríe pero que en lugar de reir, llora como una magdalena.

MR. PROPER:

Dios mío, vaca, a ti también te han creado una supervillana: ¡la Vaca que llora!

LA VACA QUE RÍE:

Jajajaja

LA VACA QUE LLORA:

Buaaaaaaaaa

Entonces, Mimosín reaparece. Lleva una maleta en cada mano y se dirige hacia la puerta de la calle.

MR. PROPER:

¿Dónde vas?

MIMOSÍN:

Me largo. Esto de la publicidad ya no hay quien lo aguante. Voy a aceptar una oferta que me hicieron ayer para irme a Londres a sustituir al Teletubbie morado que acaba de fichar como director creativo de una agencia que hace anuncios de gente con caretas de gallo.

MR. PROPER:

¿Me vas a dejar así después de todos estos años?

MIMOSÍN:

No me echarás de menos. Tienes a Don Sucio para consolarte.

Mimosín sale por la puerta. Don Sucio emite un sonoro eructo. Baja el telón.

martes, 11 de mayo de 2010

CAPÍTULO 13. EL CRIMEN

Sube el telón. Nos encontramos en la cocina de la masía de Casa Tarradellas, donde asistimos a la típica escena de crimen de novela de Agatha Christie. En el suelo, vemos el cadáver del abuelo de la mentada marca de embutidos con nombre de expresidente de la Generalitat. Alrededor de la víctima, formando un círculo, unos cuantos protagonistas habituales de Marketinadas: Mister Proper, Mimosín, el mayordomo de Tenn, la Lechera, el Gigante Verde, Pato WC, etc. De pronto, irrumpe en escena, el mítico personaje de la publicidad del antipolillas Polil.

Mimosín:
(A Mr. Proper) ¿Y este quién es?
Mr. Proper:
¿Estás diciéndome en serio que no conoces al Comisario Polil? Pero si es una leyenda viva de la investigación criminal. Es el Grissom del universo de las mascotas publicitarias. Su lista de casos resueltos es impresionante. El fue quien descubrió que ese único dentista de cada diez que no recomendaba chicles sin azúcar, era en realidad el superhéroe Boomer disfrazado de odontólogo.
Mimosín:
(Impresionado) Vaya…
Polil:
Muy bien, veamos, ¿qué tenemos aquí?
Mr. Proper:
Es el abuelito de Casa Tarradellas, comisario. Nos había invitado a pasar el fin de semana, y esta mañana, cuando bajamos a desayunar, nos lo hemos encontrado así.
Polil:
¿Alguna sospecha de quién puede ser el culpable?
Mr. Proper:
(Señalando al Mayordomo de Tenn) El Mayordomo. El asesino siempre es el mayordomo.
Mayordomo de Tenn:
Eso era en las películas de tu época. En las de ahora, el asesino es siempre el calvo maricón.
Mr. Proper:
(Agarrándole de las solapas) ¡Te voy a…!
Polil:
¡Basta! ¿alguna idea más?
Mimosín:
Yo creo que le han matado sus propios nietos, hartos de comer fuet. Hombre, a los críos les gusta el embutido, pero es que estos chavales no habían comido caliente desde que les destetaron. Este tío era un obseso de la charcutería. Cuando encontramos el cadáver esta mañana, tenía efecto tienda de campaña en la entrepierna. Supusimos que con el rigor mortis se había empalmado, pero no, es que tenía un salami bajo la bragueta.
Pato WC:
La expresión fiambre nunca había sido tan certera, ja, ja, ja…
Mayordomo de Tenn:
Si, je, je, de hecho, el cuerpo no estaba frío, ¡estaba Campofrío!
Risotadas generales. El Comisario vuelve a poner orden.
La Lechera:
Pues yo creo que es un crimen pasional. El viejo estaba liado con la Abuela de la Fabada, que a su vez se entendía con el cabrero de Mitsubishi. Así que, los celos, ya sabe…
Mr. Proper:
¿Y usted que opina, Comisario?
Polil:
Para mi está claro. Esto es obra de la más despiadada asesina en serie de la historia del marketing: ¡La Marca Blanca!

Unas notas musicales de misterio resuenan entre las paredes de la casa.

Polil:
Ahora se hace llamar “Marca de la Distribución” para despertar menos recelos, pero es la misma de siempre: astuta, silenciosa, cruel. Mata por asfixia, estrangulando poco a poco a sus víctimas, que van languideciendo lentamente hasta que, agotadas, exhalan su último suspiro. Es implacable, y no descansará hasta acabar con cada uno de nosotros. Cualquiera puede ser el siguiente…

De pronto, ante el estupor general, el abuelo se incorpora y escupe un cacho de fuet

Abuelo Tarradellas:
Vaya, casi me ahogo. Me parece que esa rodaja era demasiado gruesa. ¡Hombre, pero si está aquí el Polil! Què tal comissari, vol una mica de botifarra?
Polil:
(Avergonzado) No… gracias, tengo algún caso… pendiente y… bueno, adiós (se retira apresuradamente)
Mimosín:
Joder con el Grissom de la publicidad. Me temo que tu Polil está un poco apolillado.
Mr. Proper:
Pues si, una pena… De todos modos, yo sigo pensando que el culpable es el mayordomo.

Baja el telon.

CAPÍTULO 12. EL PASAJE DEL TERROR PUBLICITARIO

Sube el telón. Mr. Proper y Mimosín están en el exterior del Parque de Atracciones, ante una puerta encabezada por un cartel en el que leemos “Acceso exclusivo para empleados”. Por turnos, meten una tarjetita en una máquina de fichar y acceden al recinto. Aún no hay casi visitantes. Está amaneciendo.

Mimosín:

¿De verdad crees que ha sido buena idea aceptar este trabajo?

Mr. Proper:

Todo lo que nos ayude a pagar la hipoteca es una buena idea. Y yo ya estoy harto de fregar escaleras.

Mimosín:

No se, tengo la sensación de que nos vamos a arrepentir.

Tras una breve caminata entre montañas rusas y tiovivos, llegan a un edificio en forma de televisión destartalada. Un enorme rótulo nos advierte que estamos ante el “Pasaje del Terror Publicitario”.

Mr. Proper:

Aquí es.

Nada más entrar dentro de la instalación, se encuentran con un corrillo formado por otros personajes de los anuncios como ellos. Un individuo con pinta de encargado de planta de grandes almacenes les hace un gesto para que se sienten.

Jefe:

Adelante. Creo que ya estamos todos. Muy bien chavales, os explico la mecánica del trabajo. Es muy simple: la atracción consiste en un largo pasillo a oscuras que los visitantes recorren en grupos de ocho a diez personas. Todo lo que tenéis que hacer es ocupar vuestros puestos en el interior y esperar. Cuando lleguen hasta donde estéis, hacéis vuestro papel y santas pascuas. Que nadie sobreactúe. Se trata de dar un pequeño susto. La gente suele cagarse de miedo simplemente con veros, pero no queremos infartos ni lipotimias. Bien, ¿Alguna pregunta?

Tras unos segundos de incertidumbre, Cinecito se decide.

Cinecito:

¿Qué hacemos si la gente nos intenta agredir?

Jefe:

Vamos, vamos, eso no va a suceder. ¿Alguna cosa más?

Entonces interviene el Granjero de Espárragos Carretilla

Granjero:

Pues a mi me han contado que hace un mes, en la zona de mascotas históricas, unos niños se liaron a tirar estatuillas de la Sagrada Familia a Cobi y de la Giralda a Curro, el de la Expo de Sevila. Se ve que lo lanzar souvenirs se ha puesto de moda desde que a Berlusconi le arrojaron una miniatura de la Catedral de Milán.

Jefe:

Si, pero estas cosas ya no nos suceden. Ahora, para que los visitantes entren más relajados, antes de pasar les ponemos una sesión de vídeos de acciones de guerrilla, de esos que incluyen un porrón de resultados exitosos, con sus miles de amigos en Facebook y apariciones en el telediario de Antena 3. Tres o cuatro de esos les deja más sedados que un valium 10.

Cinecito:

Pues no se yo, creo que ayer, unas jubiladas apedrearon al niño de “Hola soy Edu, feliz navidad”.

Jefe:

(Perdiendo la paciencia) ¡No eran piedras, eran teléfonos de Airtel!

Mimosín:

(A Mr. Proper, que empieza a ponerse pálido) ¡Una lapidación con móviles de los 90! Eso tiene que doler.

Jefe:

Además, la cosa no habría llegado a mayores si el primo ese no se hubiera metido.

Mientras dice esto, señala al fondo de la sala. Y allí, junto a la puerta, en una silla de ruedas, con un collarín en el cuello, vemos al Primo de Zumosol.

Jefe:

Hombre, el chaval está fuerte, pero contra diez ancianas armadas con muletas no había nada que hacer.

Mister Proper no necesita oír más. Cogiendo a Mimosín del brazo, se levanta y se dirige a la salida.

Mr. Proper:

Nos vamos. Tenías razón. Esto no era una buena idea. Prefiero sacar brillo a las escalones.

Mimosín:

(Suspirando) Esto de la publicidad cada día se pone más duro.

La puerta se cierra a sus espaldas. Baja el telón.

CAPITULO 11. EL PARTIDO

Sube el telón. Nos encontramos en el típico polideportivo de barrio un domingo por la mañana. Vemos una gran pancarta en la que se puede leer: “Partido de fútbol anual de la Asociación de Personajes que aparecen en los Anuncios”. Las gradas están prácticamente vacías a excepción de unos cuantos jubilados. En el banquillo, Mimosín, con los brazos cruzados y cara de pocos amigos. Junto a él, un becario de “El programa de la publicidad” retransmite el evento por radio.

Becario:
Muy buenas tardes, señoras y señores, bienvenidos a este encuentro de fútbol entre mascotas de publicidad que enfrenta tradicionalmente al equipo de personajes humanos contra personajes animales. Llevamos ya 25 minutos de la primera parte y el marcador sigue a cero. Vemos a Mister Proper avanzando con el balón… Mister Proper sobre el Mayordomo de Tenn… se interna en el área… recibe el Gigante Verde… tiraaaaa… el balón directo a las manos del guardameta, Rodolfo Langostino.

En ese momento, el mono de Anís del mono se sienta en el banquillo junto a Mimosín.

Mono:
(A Mimosín) ¿Tu no juegas?
Mimosín:
¿Estás de coña? Yo paso de esta gilipollez de partido. ¡Además, pretenden que juegue en el equipo de los animales!
Mono:
¿Y qué? Tu eres un oso, ¿no?
Mimosín:
No perdona, mono, yo soy un oso “de peluche”. Y gay. O sea, probablemente la forma de vida más inteligente que existe. No me irás a comparar con el puto cordero de Norit, la foca que ríe y toda esa panda de garrulos comepienso.
Mono:
Joder, como te pones…
Becario:
¡Ocasión de peligro para los humanos!... un pase en profundidad del León de Peugeot sobre la Gallina de Avecrem… esta sobre el Perro de Chocapic, que se apoya en el Caballo de polo de Ralph Lauren… pero atención… ¡Menuda entrada le acaba de hacer al caballo su propio jinete que está en el equipo contrario!... El pobre cuadrúpedo está tendido en el suelo. El polista intenta reanimarle, pero parece que la cosa es seria.
Mimosín:
Es que a quien se le ocurre separar al jugador de polo de su caballo. Me gustaría ver en qué se sube ahora para salir en los jerseys…
Mono:
Hombre, siempre pueden pedirle una suplencia al Cavallino Rampante.
Mimosín:
¿El de Ferrari? Venga tío, ¿pero tu sabes la pasta que cobra ese por un día de curro? Pa mi que van a tener que conformarse con el burro de Juan Valdés. O puestos a innovar, también puede montar al toro de Osborne. Claro, que entonces se desplomarían las ventas en Cataluña, que allí no son muy partidarios del mundo taurino.
Becario:
Los camilleros se llevan al caballo y el árbitro muestra la cartulina roja al polista.
Mono:
Otro expulsado. Y con este ya van siete.
Mimosín:
Hombre, es que el árbitro es de Autocontrol y esos no pasan una.
Mono:
Sin contar que no nos han dejado jugar por doping ni a Johnnie Walker, ni a Anna de Codorniu, ni al murciélago de Bacardí ni a mí.
Mimosín:
Ni a la gitana de Carbonell.
Mono:
No, pero a esa ha sido por vender ramitas de romero en los vestuarios.
Mimosín:
Que fiasco de partido. Me parece que el año que viene va a haber que buscar una actividad más tranquila. No se, un certamen de pintura rápida…
Mono:
O una partida de Risk.
Mimosín:
Ah, pues a eso yo si me apunto. Solían llamarme el Oso de Kamchatka.
Mono:
Pues yo era el Mono de Yakutia.
Mimosín:
No hay nada más que hablar. El año que viene al Risk.

Baja el telón

CAPITULO 10. UNA DE NAVIDADES

Sube el telón. Interior del apartamento que comparten Mr. Proper y Mimosín. Sentados en el salón vemos a nuestros protagonistas y junto a ellos al cocodrilo de Lacoste. Éste, como todo el mundo sabe, habla con marcado acento pijo.

Cocodrilo de Lacoste:
Así que le dije: o sea, esos Apresquís fucsias son lo peor…
Mimosín:
(Adormilado) Una historia apasionante Lacoste.

En ese momento, suena el timbre de la puerta

Mimosín:
¿Quién será?
Mr. Proper:
Deben ser Gemma Mengual y las Burbujas de Freixenet. Quedaron en pasarse a tomar café.
Cocodrilo de Lacoste:
Esas chachonas. ¡Qué horror!
Mr. Proper:
(Mientras se levanta a abrir) Pero Lacoste, las Burbujas son de muy buenas familias.
Cocodrilo de Lacoste:
Mira, nadie de buena familia escogería un deporte que hay que practicar en una piscina pública, o sea. ¿Quién decidiría que la natación sincronizada debía competir en las Olimpiadas? Esgrima, tiro al pichón, polo… Esos si son deportes decentes.

Mr. Proper abre la puerta y entran las Burbujas

Mimosín:
Hola chicas, ¿qué tal va eso?
Cocodrilo de Lacoste
(En voz baja) Hola chachas

Mr. Proper echa una mirada furibunda al cocodrilo. Las Burbujas pasan y se sientan en el sofá.

Gemma:
Uf, aburridas de repetir todos los días los mismos ejercicios. Con esto de que han decidido poner otra vez el anuncio del año pasado…
Cocodrilo de Lacoste:
(Entre dientes, que tiene muchos) Ya podían haber repetido el de Scorsese.

Mr. Proper vuelve a fulminar al reptil con su mirada.

Gemma:
Oye Mister Proper, no te vi en la tele en fin de año. ¿Al final no te salió lo de presentar las campanadas con la Lechera?
Mr. Proper:
Que va. Nos sustituyeron por las hormigas de Pablo Motos. Una pena, porque me había preparado unos chascarrillos temáticos sobre los logotipos de las marcas: por ejemplo, ¿a que no sabéis cuál es la bebida favorita del gordo de Michelín?

Todos le miran intrigados

Mr. Proper:
¡El vino de rueda!, ja, ja, ja.
Cocodrilo de Lacoste:
Buf, casi prefiero a las hormigas

El cocodrilo está agotando la paciencia de Mr. Proper que le amenaza con el dedo como diciendo “una más y te echo a la calle”

Mimosín:
Y tu Lacoste, ¿qué hiciste en Nochevieja?
Cocodrilo de Lacoste:
Hicimos una fiesta en la casa de papá en Aspen, Colorado.
Gemma:
Jo tío, ya podías haber invitado.
Cocodrilo de Lacoste:
Huy, lo siento maja. Papá sólo me deja invitar a logos de familia bien. Estuvieron el fantasma de El Niño, el polista de Ralph Lauren, el caballito de Porsche, la Reina Victoria…
Mimosín:
¿La Reina Victoria?
Cocodrilo de Lacoste:
Si,la que sale en la etiqueta de Bombay Sapphire.
Mimosín:
(Irónico) Que fiestón, o sea.
Cocodrilo de Lacoste:
Pues si. La gaviota del P.P. y yo acabamos bañándonos desnudos en la piscina. En la piscina climatizada del chalet de papá, claro, no en la del polideportivo del pueblo. Esa la tienen para la natación sincronizada.
Mr. Proper:
(Levantándose indignado) ¡Lacoste!
Cocodrilo de Lacoste:
(Se levanta también) Vale, vale, ya me voy. (A una de las Burbujas) ¿Me acercas mi barbour, bonita?

Baja el telón

CAPITULO 9. TRUCHOS Y CORAZONADAS

Interior del apartamento de Mr. Proper y Mimosín. Les vemos plácidamente sentados viendo “El aprendiz”. De pronto, Mimosín frunce levemente el ceño y comienza a olfatear el aire, como si hubiera percibido un repentino olor extraño.


Mimosín:

Oye, ¿no hueles algo raro?

Mr Proper:

(También parece notarlo) Si, huele como a…

Los dos se miran y caen en la cuenta a la vez

Ambos:

¡¡Ginebra!!

Mimosín:

(Resignado) Anda, abre la puerta, que creo que tenemos visita.

Mr. Proper obedece y descubrimos en el umbral al logotipo de Beefeater. Tiene los párpados a media asta, la nariz enrojecida y su equilibrio es precario. Vamos, que lleva una cogorza del 12.

Mr Proper:

Hombre Beefeater, qué sorpresa, ¿cómo tu por aquí?

Beefeater:

(Habla convirtiendo las eses en eses líquidas, como hacen los borrachos y Mariano Rajoy) Puesh nada, que eshte año me habían metido en el jurado del feshtival de mashcotas publicitarias que se celebraba aquí al lado y como hemosh acabado pronto me he dicho, voy a ver a mish amigos…

Mimosín:

Ya, y de paso, a ver si me invitan a algo, ¿no?

Beefeater:

Hombre, puesh ya que insistísh, un cortado de Nordic Mist.

Mr Proper:

¿Un qué?

Beefeater:

Shi hombre, un cortado. Hashta arriba de ginebra y una nube de tónica.

Mimosín:

Bueno, cotilléanos, ¿a quién le habéis dado el Gran Premio?

Beefeater:

A la sueca de Volvo, por unanimidad.

Mr Proper:

¿¿La sueca de Volvo??

Beefeater:

Shi, la shueca. Una rubia espectacular con un tanga muy finito.

Mimosín:

¡Pero si Volvo no usa personajes!, ¡Ja!, ¡os han colado un truchazo!

Beefeater:

¡Qué cabronesh! Pero esh que eshtaba bueníshima. No oía tantos aplausos desde el año que se lo dieron a la tía de Bushco a Jacks.

En ese momento, aparece la mano de Madrid 2016 y le sirve a Beefeater su copazo.

Beefeater:

Anda, ¿y eshta?

Mr Proper:

Pues ya ves, que la hemos contratado de asistenta. La pobre se había quedado en el paro. Es buena chica y muy dispuesta, aunque claro, con una sola mano no le cunde mucho la cosa…

Mimosín:

Pero por lo menos es trabajadora. Acuérdate cuando cogimos a la mano de BMW, se pasaba el día asomada a la ventana sin dar un palo al agua.

Mr Proper:

Lo único malo de ésta es que nos tiene locos con las corazonadas. ¡Tengo una corazonada: Luis Aguilé va a sacar nuevo disco!, ¡tengo una corazonada: el Madrid le va a meter al Alcorcón por lo menos 7!, ¡tengo una corazonada: las hijas de Zapatero van a ser la revelación de Supermodelo 2009! Y así todo el día.

Beefeater:

Jooooder, acierta menos que los famosos en Pashapalabra.

Mimosín:

Si, pero por lo menos es real, no como la sueca de Volvo.

Beefeater:

(Pensativo) Esho shi (Y apura de un trago el pelotazo)

Baja el telón.

sábado, 8 de mayo de 2010

CAPÍTULO 8. LA VACUNA

Interior del apartamento que comparten Mr. Proper y Mimosín. Suena el timbre de la calle. Mister Proper se acerca a abrir. Al otro lado del umbral, vemos a Pato WC acompañado por una nube de Vueling.

Mr. Proper:
¡Vaya, que sorpresa! Adelante, adelante, pasad.

El pato y la nube entran. Están muy serios. Parecen enfadados por algo. Mr. Proper les acompaña al salón. Mimosín está sentado en el sofá viendo Jara y Sedal.

Mimosín:
¡Anda, mira quién está aquí! ¿Pero qué os pasa? Menudos caretos traéis.
Pato WC:
No me hables, que traigo un cabreo…
Nube de Vueling:
They have taken us por el whistle del sereno.
Mimosín:
(A Mr. Poper) ¿Porqué se empeñarán las nubes estas en hablar así? Nunca entiendo una palabra de lo que dicen.
Pato WC:
Venimos de reunirnos con la Ministra de Sanidad.
Nube de Vueling:
Trinity Jiménez.
Pato WC:
Le hemos pedido la vacuna de la Gripe A para el colectivo de personajes que salimos en la publicidad. Y va y nos dice que no somos grupo de riesgo. ¿Pero es que esa tía no ve mis anuncios?, ¡Joder, si me paso el día metiendo la cabeza en tazas de váter!, ¡Con unos gérmenes del tamaño de una comadreja! Si eso no es riesgo…
Nube de Vueling:
¡Manda eggs ¡
Pato WC:
Pero se van a enterar. Estamos organizando una manifestación para este sábado. Todo el mundo se está apuntando. Me he asegurado sobre todo la presencia de mascotas publicitarias colectivas, ya sabéis, los Pelochos, el Equipo Actimel, los hombres Balay… como son varios, hacen más bulto.
Nube de Vueling:
We are going to montar un buen chicken.
Pato WC:
Y un fin de fiesta espectacular. Van a decir unas palabras el tío del pelo afro del 11811 y el Poeta de la Mousse.
Mr. Proper:
¿Aquel de los anuncios de la mousse de yogur Danone?
Mimosín:
Le recuerdo, tenía un verbo de lo más florido.
Pato WC:
Supongo que vendréis…
Mr. Proper:
Desde luego haremos todo lo posible…
Mimosín:
Huy, conmigo no contéis. El sábado he quedado con Juan Valdés, para que me pase algo de esa otra cosa que suele traer de Colombia.
Pato WC:
No me puedo creer que seas tan insolidario. Claro, a ti esto no te afecta, ¿verdad? Un tío que se dedica a dar saltitos sobre toallas perfumadas no se puede decir que sea muy propenso a coger virus…
Mimosín:
(Estornuda ruidosamente) ¡Atchiiiiiis!
Pato WC:
(alarmado) Oye, ¿eso no será Gripe A?
Mimosín:
No, es que soy alérgico a las aves de corral.
Pato WC:
Ah… Vaya.

Baja el telón

CAPÍTULO 7: TENGO MIEDO, LLEGA CANNES


Sube el telón. Estamos en el dormitorio. Mimosín trata de dormir. Mister Proper tiene el último ejemplar del Shangai en las manos, pero no lee. Mira al techo fijamente. Se le ve preocupado. Pasados unos instantes, el osito suspira largamente y se quita su antifaz de noche.


Mimosín:

(Resignado) ¿Se puede saber qué te pasa?

Mr. Proper:

Estoy asustado. Ya sabes, por lo de Cannes.

Mimosín:

¿Qué pasa con Cannes?

Mr. Proper:

Lo de todos los años. Llega el Festival, los creativos van allí, ven un montón de cosas nuevas y vuelven con la cabeza loca: (Impostando la voz) Señores, hay que cambiar de rumbo. Las marcas ya no pueden estar por encima del público. Tienen que ponerse a su nivel, meterse en la piel de los consumidores, bajar a la calle, vivir en la vida real. Mister Proper no puede seguir siendo el que ha sido hasta ahora. Debe ser un consumidor más, con sus mismos problemas y dificultades para salir adelante. A partir de hoy, Mister Proper será… ¡un inmigrante! Sí, un inmigrante de Europa del Este que no tiene más remedio que fregar suelos para poder mandar dinero a su familia y a su madre enferma…

Mimosín:

(Se anima) Si. Y entonces, le contrata un osito de peluche millonario. Millonario y un poco hijo de puta. Algo así como el Berlusconi de los ositos de peluche. Y como el inmigrante está como un tren de alta velocidad, el osito no sólo le obliga a fregar el suelo, sino a hacer cada noche cosas sucias con él. Y una de esas noches, practicando la postura Carradine, se le va la mano con los juguetitos de sado y le corta un brazo al pobre inmigrante. Y en lugar de llevarle al hospital, tira el brazo a la basura y le echa de casa advirtiéndole que no cuente nada porque es un sin papeles y puede acabar en la cárcel. ¡Me encanta!

Mr. Proper:

Yo no le veo la gracia. Estos creativos son capaces de eso y más.

Mimosín:

Venga hombre, no se de qué te preocupas, si este año, con la crisis, a Cannes no van a ir más que cuatro directores creativos despistaos.

Mr. Proper:

¡Sí, pero es que esos son los peores! Los creativos de a pie ya han visto todas esas supuestas innovaciones publicitarias en Internet. Pero los directores creativos sólo entran en Internet para ver si alguien les ha pedido de amigos en Facebook. Y claro, todo lo que ven en la Croissette les pilla de nuevas. Dios mío, ¿y si este año la tendencia es la sinceridad?

Mimosín:

¿La sinceridad?

Mr. Proper:

Si. Imagínate: debemos decirle la verdad al consumidor. El marketing es una gran mentira. Mister Proper no es real, es un actor contratado. De hecho, para rizar el rizo de la sinceridad, no sólo vamos a contárselo al consumidor, sino que se lo haremos saber también al propio Mister Proper, que tampoco lo sabe. Igual que en El Show de Truman. Le haremos ver que toda su vida ha sido una farsa: lo de que el suelo se pone brillante en cuanto el cruza los brazos no es un superpoder, es un burdo truco de postproducción. Y ese oso de peluche con el que vive, es también un actor contratado. (De pronto, se queda pensando en lo que acaba de decir y se vuelve hacia Mimosín) ¿Tu no serás un actor, verdad?

Mimosín:

(Riéndose) Yo un actor, ¡qué cosas tienes, macho!

Nada más decir esto, Mimosín saca de un bolsillo una especie de bolígrafo plateado, como el “Neuralizador” de Men in black y se lo planta a Mister Proper delante de la cara.

Mira aquí.

Acto seguido, le propina un flashazo borrador de recuerdos. Mister Proper se queda unos segundos aturdido. Luego, se fija en el suelo y hace un gesto de desaprobación.

Mr. Proper:

Oye, ¿no crees que a este suelo le falta brillo?

Mimosín:

Desde luego. No se a que esperas para darle un repasito con la mopa.

Mister Proper se levanta con decisión. Mimosín suspira aliviado, se coloca de nuevo el antifaz y se vuelve a dormir. Baja el telón.

CAPITULO 6. LA MUERTE DEL TORO


Este capítulo apareció con motivo de la decisión de Osborne de rediseñar su imagen corporativa "quitándole peso" al mítico toro.


Sube el telón. Hoy, Mimosín y Mr. Proper tienen visita. En el salón de su apartamento, sentados en el sofá tomando el te, vemos al Toro de Osborne y a su novia, la Vaca que ríe.

Mr. Proper:

(acercando la tetera a la vaca) ¿Más te?

La vaca que ríe:

(mientras adelanta su taza) Ji, ji. Ji. Ji, ji, ji

Toro de Osborne:

Yo, si no os importa, me voy a poner otro DYC Cola. El médico me lo tiene totalmente prohibido, pero qué coño, un día es un día.

Mimosín:

¿Y cómo llevas lo de tu prejubilación?

Toro de Osborne:

¿Cómo quieres que lo lleve? Pues mal. Les dedicas tu vida entera y de repente, un día, deciden que tu imagen ya no va con los tiempos. Así por las buenas. Después de todos estos años ahí, en las carreteras más inhóspitas, soportando calor, frío, lluvia, nieve… (le coge la mano a la Vaca que ríe) y sin saber si mi novia me seguía queriendo o se había cansado de esperar.

Mr. Proper:

En su día se habló mucho de lo suyo con el toro de Pipas Facundo.

Mimosín:

Y con el Búfalo del betún.

La vaca que ríe:

Ji, ji. Ji. Ji, ji, ji

Toro de Osborne:

Ya veis, y yo mientras tanto allí solo, a la intemperie. Para que ahora te digan que no te adaptas a los tiempos… No hay derecho.

Mr. Proper:

Tendríamos que hacer algo…

Mimosín:

¡Lo tengo! Podríamos crear un Supergrupo. Como los 4 Fantásticos o los X-Men. Un grupo de superhéroes formado por personajes de la publicidad, para vengarnos de los creativos, los planners, los product managers y los de investigación.

Toro de Osborne:

¡Y no te olvides de los de las Centrales de medios!

Mr. Proper:

Si, pero nosotros no tenemos superpoderes…

Mimosín:

¿Cómo que no? Yo tengo el poder de volverlo todo más suave y tú, el de hacer que todo brille y se refleje. La chica de Kalia Oxi-action puede viajar en el tiempo, el Equipo Actimel activa tus defensas…

Toro de Osborne:

¿Y yo? Lo único que se hacer es ponerme de perfil y quedarme muy quieto con los huevos colgando…

Mimosín:

Tranquilo, ya se nos ocurrirá algo.

Toro de Osborne:

Supongo que si, por… ¡Ay! (de pronto, el Toro se retuerce de dolor y se lleva la mano al pecho)

Mr. Proper:

¡Toro!, ¿qué te ocurre?

Toro de Osborne:

El… corazón… un pinchazo… (parece que pierde el conocimiento)

La vaca que ríe:

Ji, ji. Ji. Ji, ji, ji

Mimosín:

¡Toro!, ¡háblame, di algo!

Toro de Osborne:

(Recuperando apenas el sentido) Yo… yo he visto cosas que vosotros no creeríais: he visto a Lorenzo Lamas tapado con un edredón Reig Martí, he visto al Hombre de la tónica perseguir a un señor de bigotes hasta el interior de una sauna. Todos esos momentos se perderán en el tiempo… como postpacks en el bloque. Es hora de morir. (Y exhala su último aliento)

Mimosín:

¡Qué hermosas palabras! Toda España debería escuchar esto. Lástima que la publicidad de alcohol esté prohibida en televisión.

Mr. Proper:

¡Pero si ha copiado íntegramente el discurso de la muerte de Nexus en Blade Runner!

Mimosín:

No tienes ni puta idea. La publicidad nunca copia el cine. Lo homenajea.

Mr. Proper:

Si tu lo dices… De todos modos, qué episodio más triste.

Mimosín:

Pues si… Anda enciende la tele y vamos a ver anuncios, que eso siempre anima.

La vaca que ríe:

Ji, ji. Ji. Ji, ji, ji


Baja el telón.

CAPITULO 5. GRAN HERMANO

Sube el telón. Encontramos a Mister Proper sentado en el sofá del salón de su casa viendo la tele. Pero a su lado no está Mimosín como de costumbre, sino su ex, el Gigante Verde.
La cámara nos muestra la imagen del televisor. Contemplamos un dormitorio como el de la casa de Gran Hermano. Tumbados en las camas descubrimos a distintos personajes habituales de esta sección: el payaso de Micolor, el Corderito de Norit, Pato WC, etc.


Mr. Proper:
Un Gran Hermano para personajes de la publicidad. Me pregunto a quién se le habrá ocurrido semejante gilipollez…
Gigante verde:
Pues a mi me parece una idea graciosa.
Mr. Proper:
Claro, pero eso es porque tu novio no está ahí dentro, cepillándose a todo lo que se mueve.

En ese momento, las cámaras nos muestran a Mimosín, en una de las camas, pegándose el lote con la gallina de Avecrem.

Mr. Proper:
¡Mírale, mírale!, ¡Ya ni siquiera se molesta en esconderse debajo del edredón!
En la tele, vemos como la gallina se zafa momentáneamente de los brazos del osito y se le queda mirando inquisitiva.
Gallina de Avecrem:
Oye, ¿seguro que no tienes novia?
Mimosín:
¿Novia?, ¿yo? Qué va. (Y se abalanza nuevamente sobre ella).
Mr. Proper:
(Totalmente encendido) ¿Será cabrón?
Gigante verde:
Hombre, mentir no ha mentido. Novia, lo que se dice novia no tiene.
Mr. Proper:
Odio a los bisexuales. Sobre todo a los osos de peluche bisexuales.
Gigante verde:
Vamos, no te pongas así. Mira el lado bueno. En este tipo de programas, los que triunfan de verdad no son quienes salen en ellos, sino sus familiares y amigos frikis, que van a las tertulias a ponerles a caldo. He oído que ahora van a hacer un Supervivientes para personajes de los anuncios. Con un poco de suerte, te haces famoso y te mandan a la isla.
Mr. Proper:
Paso. A eso van a ir tíos superadaptados a la vida salvaje: el indio del ron Cacique, el Coronel Tapioca… Y yo no creo que pueda sobrevivir ni una semana fuera de la cocina…

En la tele, las cámaras siguen a Mimosín dentro de la casa. Ha terminado de hacer lo suyo con la gallina y se dirige al cuarto de baño. Por el camino se cruza con la monja de Quina Santa Catalina. Sin pensárselo dos veces, le da un pellizco en el culo y le suelta un sonoro…

Mimosín: ¡Chochoooo!
Mr. Proper:
(Indignado) ¡Ya está!, ¡Hasta aquí hemos llegado! Pásame el móvil, voy a llamar ahora mismo al teléfono de aludidos.
Gigante verde:
(Sonriendo divertido) Bueno, bueno, bueno, esto se anima…

Baja el telón.

martes, 16 de marzo de 2010

CAPÍTULO 4. EL PRETEST

Sube el telón. Mr. Proper pasea inquieto por el salón del apartamento. De pronto, la puerta de la calle se abre y Mimosín entra en la casa.

Mr. Proper:

(Muy enfadado) ¡Hombre, por fin! ¿Se puede saber donde has estado? ¡Llevo tres días con sus noches sin saber nada de ti!

Pero Mimosín no contesta. Nada más cruzar el umbral, se desploma en el suelo. Tiene un aspecto realmente desolador, como si acabara de salir de una sala de interrogatorios estalinista. Su cuerpo, despeluchado, está completamente lleno de moratones. Lleva un ojo colgando, le falta una pata y otra la tiene medio descosida, prácticamente desprendida del cuerpo. Mr. Proper, sumamente alarmado, acude a socorrerle.

Mr. Proper:

¡Oh Dios mío!, ¿pero qué te han hecho?

Mimosín:

Un… un pretest.

Mr. Proper:

(Los ojos se le llenan de lágrimas) No, eso no, ¡¡Dios!!, ¿porqué?

Mimosín:

Dijeron… dijeron que el Corderito de Norit nos había ganado la batalla de la suavidad. Dijeron que… que los peluches ya… ya no enternecíamos a las mujeres. Y decidieron que… había que afeitarme por completo.

Mr. Proper:

Pero… te faltan un ojo y una pata. Y la otra la tienes medio arrancada…

Mimosín:

Dijeron que la única posibilidad… que tenía para… para volver a conquistar el corazón de las… señoras, es que me volviera tullido, ya sabes, con unas cuantas… taras físicas. Pensaban dejarme ciego, pero finalmente se… se conformaron con un solo ojo y optaron por centrarse en mis… extremidades. Aún no han decidido si… si me pondrán una pierna ortopédica o si a partir de ahora tendré que ir en silla de ruedas. Tal vez hagan otro pretest para eso.

Mr. Proper:

Canallas…

Mimosin:

Estoy horrible. Ahora seguro que me abandonarás para volver con el Gigante verde.

Mr. Proper:

El gigante verde ya no es gigante. Ni verde. Le hicieron un pretest hace dos semanas. Ahora es el Enano rojo.

Mimosín:

Vaya…

Mr. Proper:

¿Porqué?, ¿Cómo pueden ser las amas de casa tan crueles?

Mimosín:

Ellas no tienen la culpa. Ya… ya sabes como son esas reuniones. Todas piensan que cuanto más hablen, más posibilidades hay de que las vuelvan a llamar, así que sueltan todas las tonterías que se les pasan por… la… la cabeza. Estamos en crisis. La gente hace lo que sea a… cambio de treinta euros y una coca cola.

Mr. Poper:

Anda, no hables más… ven. (le coge delicadamente en brazos y le lleva hacia el dormitorio)

Mimosín:

Ahora soy calvo, como tu. ¿A que me hace más delgado?

Mr. Proper:

(Sin mirarle, para que no se de cuenta de que los ojos se le han vuelto a empañar) Si… más delgado.

El telón empieza a bajar lentamente, y mientras lo hace, comienza a sonar “Killing me softly”, pero no en la versión de Pitingo, sino en la mítica, la de los anuncios de Mimosín, ¿se acuerdan? “En los momentos felices, que compartes con amor, no hay nada que sea tan suave como la suavidad… de tu amor…”